En un mundo colmado de distracciones y estrés, encontrar momentos de calma y paz interior puede parecer un desafío imposible de alcanzar. Sin embargo, hay un poderoso aliado que siempre está presente y que a menudo pasamos por alto en nuestra búsqueda de bienestar mental: la música. Más que una simple melodía que nos acompaña en nuestros días, escuchar música con plena atención puede convertirse en una poderosa herramienta para cultivar una mente más tranquila y equilibrada. En este artículo, exploraremos cómo la práctica consciente de la escucha musical puede transformar nuestro bienestar mental, proporcionando beneficios que van mucho más allá de simplemente el deleite.

Este concepto de atención plena no es nuevo. Sogyal Rimpoché, en 1994, investigó acerca de la importancia de dedicar varios minutos al día a desconectarse de las actividades diarias, para entrar en un estado de meditación en el que la herramienta clave es la música. Esta sencilla actividad provee de autocontrol y permite que la persona se abstraiga de los pensamientos circulares del pasado y del futuro que pareciera que son los que llevan a la nostalgia, la recriminación, el sentimiento de culpa o inclusive de incertidumbre y que se constituyen una carga pesada emocional.

Por su parte Vaillancourt en 2009, encontró que los químicos relacionados con el bienestar incrementan al contacto con los ritmos. En consecuencia, promover las actividades enfocadas en la concentración, atención y la memoria aportan significativamente a este.

Ahora imagina que te expones constantemente a la música y exploras con esta. ¡Buenas noticias!, tu creatividad cobrará vida y entrenarás la habilidad de resolución de problemas.

Es tal su efecto, que los psicólogos hemos estudiado la evidencia científica detrás de la música para incorporarla dentro de los procesos terapéuticos. Con esta puedes conocerte mucho mejor, explorar más profundamente en aquellas situaciones que te generan malestar emocional y dolor, procesando de mejor manera tus emociones y comprendiendo el proceso de manera compasiva y con ánimo de cambio.

Es en este punto, en el que te invito a buscar ese espacio donde te sientas pleno y consciente; permítete explorar los gustos musicales. Desempolva tus viejas listas de reproducción o empieza a crearlas. Aquí te dejo algunas recomendaciones:

  • Explora los sonidos que te parezcan llamativos no importa el género, flexibiliza tus gustos.
  • Elige aquellas canciones que identificas que te generan emociones agradables o las que simplemente te generan gusto.
  • Puedes crear listas en tus buscadores de música favorita, guardando aquellas que tengan un significado especial para ti
  • Busca diariamente enfocar tu mente en la letra, el volumen, el ritmo y, déjate llevar por esta experiencia del presente.

¡Que viva la música!, así titula uno de sus libros el escritor Andrés Caicedo y hoy desde Grupo Recordar replicamos esta frase como un catalizador de las emociones y de los sentimientos. Sácale provecho a esta frase ya sea para mejorar cognitivamente, para que te permita enfocar en el presente y te ayude naturalmente a mejorar tu salud mental.

Ya sabes que cuentas con un aliado, tu empresa Grupo Recordar y su unidad de duelo, y la música, esta medicina que estará ahí en esa ocasión en la que sientas que el día está colmado de desafíos, tareas o momentos que te ponen a prueba.

Recuerda que este antídoto estará a tu disposición para ayudarte a dar play a tu bienestar.

 

Referencias

Puig, J, Calderón. C, Escola, G. (2016), 34(2), Aloma 107-117. Música y mindfulness: una mirada interdisciplinar

 

Psicóloga

Jenny Paola Peña Hernández