El acceso fácil y libre que se tienen a las redes sociales que actualmente existen en el mundo, como Twitter, YouTube, Instagram, Facebook, tiktok , entre otras, ha cambiado nuestra forma de  escuchar música, ver películas, estar al tanto de las noticias y hasta como  nos comunicamos e interactuamos con amigos, conocidos, compañeros de trabajo o clientes, acortando aún más las distancias personales y profesionales.  Su creación y desarrollo cambiaron el panorama social permitiendo una comunicación más fácil e inmediata, lo cual generó una nueva forma de entretenimiento y de compartir información personal y opiniones públicas.

Esta nueva forma de ver y entender el mundo que nos rodea se ha vuelto muy popular entre los jóvenes. Según FAROS Sant Joan de Déu , la mayor incidencia del uso de las redes sociales se encuentra en los jóvenes de 16 a 24 años,(periodo crucial para el desarrollo emocional y psicosocial de las personas) Esto se debe a la posibilidad que generan estas plataformas de mantener un ‘perfil’ en línea que permite crear e intercambiar contenido con amigos, al mismo tiempo que se expande su círculos sociales y amistades de una manera más fácil y rápida. Muchos adolescentes consideran que tener una presencia fuerte en las redes sociales es esencial para su estatus social y para ‘encajar’ – especialmente cuando perciben que todos los demás están en las redes sociales.

Pero el intentar encajar puede venir a un costo, autores como Borzekowski (2006) confirman que el uso del internet es importante para las personas, especialmente los adolescentes, ya que es un potenciador de la interacción social permitiendo que sean más desinhibidos, pero también se ha presentado una alerta dada por Karaut et al (1998) donde denominaron lo que se llamó “la paradoja de internet”, esto significa que, aunque el internet pueda ser usado para establecer relaciones sociales también puede reducir la relación social directa de las personas y el bienestar psicológico. la falta de preferencias sociales de los jóvenes, en establecer vínculo fuerte con la familia y amigos físicamente, puede contribuir al desarrollo de los trastornos mentales como, ansiedad, depresión, trastorno de ensueño, dependencia, acoso, dismorfia corporal, aislamiento, El ciberbullying o acoso cibernético ( 7 de cada 10 jóvenes afirman haberlo experimentado) , contacto con personas no conocidas, grooming, sexting, extorsión, retos virales peligrosos, contenido inapropiado para su edad, baja autoestima. , bajo rendimiento en su desempeño académico, comprobación compulsiva, es decir, la necesidad de estar verificando mensajes, notificaciones y estar actualizado, Aparece el miedo a ser ignorado (missing out), caracterizado por la necesidad de estar constantemente conectado con las actividades de otras personas,  lo cual está relacionado con el fenómeno conocido como  “miedo a perderse algo” o FOMO (Fear of Missing Out) (Royal Society for Public Health -RSPH, 2018; O'Reilly et al., 2018).

Estudios han revelado que la adicción a las redes sociales afecta alrededor del 5% de los adolescentes y se ha descrito como una adicción más adictiva que el consumo de alcohol y cigarrillos (Jenner, 2015; Hofmann, Vohs, Baumeister, 2012). El aumento del tiempo dedicado al uso de las redes sociales está relacionado con la sensación de aislamiento del mundo real, Las tasas de ansiedad depresión  en los jóvenes han aumentado un 70% en los últimos 25 años gracias al desarrollo y evolución de estas plataformas . Según Ingrid Rivera Rubio, Psicóloga – Analista de Investigaciones AVS, Son aproximadamente 10 horas las que pasa un colombiano frente a una pantalla cada día, 3 horas y 45 minutos al día usando redes sociales. YouTube es la plataforma más usada (95,7%) por los internautas colombianos que tienen entre 16 y 64 años, seguida de Facebook (93,6%), WhatsApp (90,7%) e Instagram (82,0%)

El tipo de contenido publicado y consumido por los usuarios es aún más impactante para la salud mental. Se sabe que muchas publicaciones refuerzan el narcisismo, el nivel de vida, el consumo y el estado, por lo que han contribuido a una mayor prevalencia de diversos trastornos psiquiátricos, incluidos los síntomas depresivos, la ansiedad y la baja autoestima. la cuestión radica en la responsabilidad de cada individuo al evaluar las fuentes y la calidad de información que consulte. Sin embargo, cabe preguntarse ¿deberían de estar prohibidos los adolescentes de usar las redes sociales y los dispositivos electrónicos?

La respuesta no es así de simple, Las redes sociales también tienen efectos positivos en los adolescentes, el uso del internet está transformando el aprendizaje, la socialización y la comunicación, generando nuevas formas de expresión que resultan en nuevas dinámicas relacionales.  por ejemplo, la posibilidad de entablar relaciones sociales a distancia, fortalecer los avances tecnológicos, pero no podemos olvidar, que sigue siendo una herramienta en construcción con el riesgo de incentivar el aislamiento social, especialmente en los jóvenes y que su uso debe seguir siendo medido y supervisado para sacar el mejor provecho de él.

Aquí hay unos consejos y recursos para padres que quieren ayudar.

 

CONSEJOS PARA PADRES

  • Disminuir y evaluar su propio uso de dispositivos electrónicos. Los expertos están de acuerdo en que esto es lo mejor que los padres pueden hacer para reducir los riesgos para sus hijos.
  • Crear un Contrato Familiar de Tecnología:  para definir claramente lo que es un uso aceptable de dispositivos electrónicos y de las redes sociales – y lo que no es un uso aceptable.
  • Establecer zonas y horas libres de tecnología dentro del hogar que aplican para todos. Zonas pueden incluir recámaras y el comedor. Ejemplos de horas pueden ser después de las 9 pm, durante las comidas familiares o durante los paseos en coche.
  • Darle a su hijo su atención completa cuando se interactúa con ellos. Esto les demuestra que no es correcto estar viendo pantallas o el celular durante conversaciones.
  • Crear una relación de confianza, comunicación y transparencia con su adolescente. Sin esto, no querrán hablar con usted ni pedir ayuda si lo necesitan.
  • Ayudarle a su adolescente a desarrollar una autoestima saludable. De esta manera, ellos podrán lidiar cuando ocurran cosas inesperadas en línea.

Faridhe Pontón Gattáss

Psicóloga

Asesora familiar de duelo