Las festividades no son siempre felices para todos. Aceptemos la normalidad de las emociones diversas

Durante una orientación psicológica en la víspera de la Navidad del año pasado, me encontré acompañando a una mujer que atravesaba un torbellino emocional. Su historia reveló una amalgama de dolor, ansiedad y un profundo rechazo hacia la inminente celebración festiva. Ella había perdido a su esposo en una muerte sorpresiva. Había desarrollado un enojo al percibir a las personas felices y reuniéndose en familia. Y se convencía cada vez más de no aceptar lo que sentía.

Las festividades pueden percibirse como momento de celebración y compartir familiar. Sin embargo no todos experimentan estás épocas de la misma manera y aún más si se tuvo una situación difícil como el caso de mi consultante con la muerte cercana, o como también una ruptura amorosa, una enfermedad o alguna situación de crisis. Por ello aceptar la normalidad de esta experiencia tan alterada, hará que la montaña rusa de emociones, no nos altere de sobremanera.

Es habitual que esta temporada esté acompañada de presión social, porque por lo general las reuniones familiares, los espacios de compartir y la creación de recuerdos, tienen lugar. Pero las altas expectativas hacen que se originen emociones menos tranquilas, como la ansiedad, tristeza y estrés. Para otras personas esta época puede exteriorizar sentimientos de soledad o aislamiento y por ello debemos reconocer que no todos contamos con la misma red de apoyo o si la tenemos no siempre es una buena red. El compararse constantemente con otras familias puede acentuar la desconexión y el sentimiento de incomprensión.

En este punto es importante que sepas que si estás experimentando eso, es normal, y que puedas abrir tu panorama, al saber que a diferencia de lo que socialmente creemos, existen muchas personas que sienten ansiedad y desarrollan depresión por estos cambios en la rutina y el aumento de expectativas. Por otra parte, si no haces parte de este grupo, es vital que fomentes para los que te rodean un entorno de empatía y comprensión con aquellos que no comparten tus hábitos en las festividades. Esta empatía va dirigida respetar las experiencias diversas y a conectar significativamente reduciendo el estigma asociado a las emociones. Para ayudarte un poco a que puedas lidiar con la ansiedad; te dejo algunas estrategias que puedes poner en práctica:

  1. Es importante que puedas comunicar asertivamente a las personas cercanas, que no comparten los mismos hábitos o gustos.
  2. Expresa sin miedo tus emociones, distraerse o evitarlas suma más ansiedad.
  3. Busca espacios de desconexión con tu rutina, prefiriendo actividades pasivas y en lugares que te generen la sensación de tranquilidad.
  4. Elige actividades compasivas contigo mismo/a las cuales desarrollen alguna habilidad en ti.
  5. Cuando llegue a tus pensamientos la comparación, ponlos en duda ¿Esa forma en la que la familia celebra la festividad me representa?

Abrazar la compasión, comprendiendo que la diversidad emocional es la forma adecuada de disminuir la ansiedad y darle lugar a nuestra forma de ver el mundo, hará que puedas tener tu atención puesta en tu presente. Esto en últimas promueve el bienestar mental y emocional. Y a su vez se podrá construir festividades auténticas y significativas para todos.

 

Referencias

Miller, C. (2023) Cómo eliminar el estrés de los días festivos. childmind.org

Escrito por: Psicóloga Jenny Paola Peña Hernández