Construyendo relaciones sanas
Durante el romance, cuando conocemos a una persona y nos atrae, nuestro cuerpo puede experimentar una serie de sensaciones como palpitaciones, taquicardia, sudoración de manos o las famosas “mariposas en el estómago”. Esto se debe a que durante el enamoramiento nos encontramos en un intrincado mecanismo fisiológico cerebral, que provoca elevación en la producción de algunos neurotransmisores como la dopamina, que al liberarse genera sensación de euforia, motivación, incremento de la energía y excitación cuando se está en compañía de la persona o se piensa en ella. Otra de las sustancias cerebrales que intervienen en este tipo de emoción es la noradrenalina, que se relaciona directamente con la respuesta fisiológica a través del sudor, taquicardia, palpitaciones, insomnio, hiperactividad, ansiedad y disminución del apetito, entre otras sensaciones que hacen que se percibe la vida de manera positiva, lo que nos permite sobrellevar de mejor manera las situaciones negativas que ocurren en el día a día.
El siguiente paso del enamoramiento puede ser el establecimiento de una relación más cercana y un amor a largo plazo donde intervienen a nivel cerebral otro tipo de neuromoduladores como son la oxitocina y la vasopresina, que están relacionados con el apego y el establecimiento de vínculos. Durante esta etapa es muy importante el conocimiento del otro, la identificación de intereses, afinidades, diferencias y la comunicación son elementales al momento de establecer normas de convivencia claras durante la relación. Definir las tareas domésticas, repartir responsabilidades, respetar el tiempo libre, los espacios individuales que cada uno necesitara, establecer líneas de confianza, respeto, fijarse metas, mantener lealtad mutua, entre otras, son importante para tener una relación más duradera y real. Cuando la relación se trasforma a un matrimonio se deben adicional en la convivencia otras como horarios de comidas, repartir las tareas del hogar como días de limpieza, tener relaciones sexuales consensuadas, hacer actividades de ocio juntos y con amigos, romper la monotonía, ordenar las finanzas, establecer rutinas, etc.
Algunas veces en la pareja se pueden presentar dificultades en la convivencia, el éxito de su relación dependerá de su actitud frente al conflicto. Por ellos es importante ponerse en el lugar del otro y ante situaciones que pueden resultar molestas, hay que ser tolerante, aunque también asertivo. Expresar aquello que nos desagrada enormemente y hacerlo con tacto y sin ofender a la persona, ayuda a la relación. Si, además, le ofrecemos alternativas o peticiones de cambio concretas y el otro está dispuesto a tenerlas en cuenta, mejorará notablemente la relación desde el principio. Hay que tener cuidado con la urgencia de resolución de conflictos. No es necesario resolver todas las diferencias hoy, podemos seguir con la conversación mañana, cuando estemos más calmados y hayamos podido meditar sobre ello.
Las relaciones de pareja son fluctuantes, pero hacen parte del proceso de la vida y con el paso del tiempo llega la edad de adulto mayor, en esta etapa de la vida se tienen las mismas necesidades como los jóvenes y adultos, aunque la forma de satisfacerlas puede ser diferente, como, por ejemplo, disponer de una red de apoyo amplia que les brinden apoyo en todas sus áreas de ajuste, sentirse queridos, ser reconocidos y valorados. La percepción de las personas adultas mayores sobre su salud influye en su calidad de vida, para sentir felicidad y sentirse satisfecho la persona debe ser activo y considerarse útil, por esto, la inactividad, la falta de contacto social o redes de apoyo generan una inadaptación en este grupo de personas. La vejez inevitablemente trae consigo pérdidas físicas, de autosuficiencias económicas, afectivas, de compañía y mentales, lo que influye en la calidad de vida del adulto mayor.
Las nuevas relaciones de pareja en los adultos mayores reflejan que es posible enamorarse de nuevo, que pueden gozar de su sexualidad y mantener sus roles (Lacub 2009). Dado lo anterior, la relación de pareja se identifica como un vínculo principal de las redes de apoyo, que además les proporciona mayor nivel de satisfacción, por esto se denomina que le provee sentido a su vida, por consiguiente, mejora su salud mental. Como indican Arias & Polizzi (2011) Estas relaciones se pueden denominar como: una compañía social al efectuar tareas conjuntas por el simple hecho de estar uno junto al otro; como apoyo emocional lo que implica mayor acercamiento afectivo y de comprensión; como guía respecto a modelos de rol a seguir; como ayuda material y de servicios.
El matrimonio y la vejez se asocian positivamente con la salud mental, física y de bienestar económico, además de relacionarse con altos niveles de compromiso, responsabilidad y ayuda a la pareja, aunque con una menor expresión de pasión, en esta etapa de la vida, Arias & Polizzi (2011) indican que se exteriorizan mayores expresiones afectivas hacia sus parejas y emociones menos negativas ante los conflictos en las relaciones. Además, indican que el amor en los jóvenes se vincula en la rapidez, posible prepotencia y fingimiento, por el contrario, en la edad del adulto mayor el amor es menos narcisista, hay mayor aceptación del otro y menos expectativas idealizadas.
Para una relación sana y promover una relación de pareja segura, lo importante es poder generar una nueva forma de interacción entre los miembros de la pareja, donde ambos puedan reconocer, expresar sus emociones más profundas, sus vulnerabilidades, su necesidad de cobija, apoyo, amor. Para conseguir esto, es fundamental promover la aceptación, la apertura y responsabilidad, junto al compromiso con la relación.
Autora: Faridhe Pontón Gattáss
Referencias:
Arias, C.J. & Polizzi, L. (2011, diciembre). La relación de pareja. Funciones de apoyo y sexualidad en la vejez.
Revista Temática Kairós Gerontologia, 14 (Número Especial 10, “Eroticidade/Sexualidade e Velhice”),
Artículo de investigación: Amor, sexualidad e inicio de nuevas relaciones en la vejez: percepción de tres grupos etarios
Artículo de investigación: Estilo de vida y autopercepción sobre salud mental en el adulto mayor .
